¿Dormir siesta ayuda o perjudica el descanso?

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Una siesta corta puede ayudarte a recuperar energía, pero si se vuelve un hábito prolongado, puede afectar tu descanso nocturno.

La siesta: ¿aliada del descanso o enemiga del buen dormir?

Si bien dormir una siesta a veces puede ayudar, no siempre es una buena idea. Dormir durante el día puede hacer que después nos cueste más dormir por la noche. Si una persona no duerme bien por la noche, es común que durante el día intente “compensar” tomando una siesta o consumiendo cafeína, nicotina o incluso medicamentos para mantenerse despierta. Esto, a su vez, puede llevar a consumir alcohol o un somnífero para ayudarse a dormir. Así se va formando un círculo vicioso difícil de romper.

Estos hábitos, aunque parezcan soluciones rápidas, en realidad suelen empeorar el problema del insomnio con el tiempo. Muchas personas desconocen que estas técnicas no son beneficiosas y, de hecho, contribuyen a su mala calidad general del sueño.

Según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada tres adultos no duerme lo suficiente. Esto lleva a pensar que las siestas podrían ser una buena solución. Por eso, mucha gente las ve con buenos ojos los fines de semana, en vacaciones, después de una mala noche o como respuesta al estrés y la ansiedad general.

Sin embargo, los expertos suelen desaconsejar las siestas frecuentes, ya que pueden alterar el sueño nocturno y tienen relación directa con el cansancio diurno. Por ejemplo, si una persona suele dormir ocho horas por la noche, pero toma una siesta prolongada, es posible que luego le cueste quedarse dormida en su horario habitual. Si tarda dos horas más en conciliar el sueño, habrá perdido parte del descanso que su cuerpo necesita, generando una deuda de sueño que se acumula con el tiempo. Esa "deuda de sueño" puede afectar la concentración, la memoria y el estado de ánimo. Además, el cansancio durante el día puede llevarle a dormir más de día y menos de noche, alimentando el mismo problema una y otra vez.

¿Entonces conviene dormir siesta?

Aunque no se recomienda tomar siestas de forma rutinaria, se ha demostrado que una siesta breve y ocasional de 10 a 20 minutos aumenta el estado de alerta durante 2 a 3 horas. Sin embargo, si la persona decide extender la siesta a 30 a 90 minutos, este descanso prolongado puede provocar que entre en sueño REM, que suele durar alrededor de 90 minutos. Despertarse durante esta etapa puede causar desorientación y sensación de aturdimiento.

Conclusión

Una siesta ocasional y corta puede ser útil, pero si se vuelve un hábito, puede afectar el sueño a largo plazo. Lo mejor es mantener horarios regulares y buscar soluciones saludables para dormir bien por la noche.

Winegar R. (2024). Enhancing sleep quality for adult patients: Interventions and insights. The Nurse practitioner, 49(7), 22–30.

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