Cómo la tecnología puede apoyar el cuidado de la salud física

La tecnología complementa el cuidado físico y ayuda a promover la actividad desde la consulta, con seguimiento y motivación.
Hoy en día, la tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas, también en el ámbito de la salud. Pero es importante entender que las herramientas digitales no vienen a reemplazar el contacto humano, sino a complementarlo y fortalecerlo. El contacto humano sigue siendo insustituible. Cuando hablamos de personas con enfermedades crónicas, por ejemplo, las soluciones digitales pueden ser de gran ayuda para seguir sus avances, dar retroalimentación personalizada y conectarlas con recursos útiles en su comunidad. Además, permiten superar obstáculos clásicos como la distancia o la falta de tiempo. Está demostrado que hacer actividad física regularmente tiene grandes beneficios para las personas con enfermedades crónicas o en situación de fragilidad. También se ha visto que las intervenciones digitales, cuando están bien diseñadas, pueden potenciar mucho estos beneficios. Pero para que realmente funcionen, es fundamental que vayan acompañadas de: Aquí, la educación digital (tanto para pacientes como para profesionales) es un punto clave. Además, la tecnología no es neutral. No basta con tener herramientas disponibles: hay que implementarlas con criterios de equidad, sostenibilidad y pertinencia clínica. Por eso, la atención primaria debe seguir siendo el pilar del sistema de salud, incorporando lo digital desde una perspectiva humana, responsable y centrada en la comunidad. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda usar un enfoque estructurado para promover la actividad física desde la consulta médica. Este modelo se llama de las 5 A, por sus siglas en inglés: Actualmente, muchas tecnologías pueden apoyar en cada uno de estos pasos: desde medir el tiempo que una persona pasa sentada, hasta dar recordatorios personalizados o conectar al paciente con programas de ejercicio en su zona. También permiten automatizar seguimientos, motivar al paciente con mensajes personalizados y mejorar la coordinación entre profesionales de salud y recursos comunitarios. Además de facilitar el trabajo clínico, las herramientas digitales ofrecen formas concretas de promover la actividad física desde varios ángulos. Esto se basa en un modelo de cambio de comportamiento que identifica tres elementos clave: La salud digital, pero bien usada, puede ser una gran aliada para ayudar a las personas a incorporar la actividad física como parte de su vida diaria.
Actividad física en la era digital: retos y oportunidades – Revista Atención Primaria, Elsevier
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