Moverse es Vida

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Con solo 30 minutos diarios de actividad física podés reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar tu salud física, mental y emocional. No se trata de ser atleta: moverse es invertir en bienestar.

Moverse es vida: por qué hacer ejercicio mejora tu salud y puede salvarte la vida

¿Sabías que con solo caminar 30 minutos al día podés reducir el riesgo de enfermedades graves como la diabetes o problemas del corazón? Hacer ejercicio físico de forma regular puede tener un gran impacto en tu salud.

¿Qué es el ejercicio físico?

No necesariamente se trata de ir al gimnasio o correr una maratón. Ejercicio físico es cualquier actividad que te haga mover el cuerpo y gastar energía: desde subir escaleras hasta bailar o caminar al trabajo. Lo importante es que sea constante y parte de tu rutina diaria.

El sedentarismo, un enemigo silencioso

Cada vez pasamos más tiempo sentados: frente al televisor, computadora o el celular. Esto, junto a una alimentación poco saludable, está aumentando los casos de enfermedades crónicas. Se estima que la falta de ejercicio provoca alrededor de 5 millones de muertes al año en todo el mundo.

¿Por qué hacer ejercicio es tan bueno?

  • Corazón y circulación: regula el colesterol, controla la presión arterial y reduce el riesgo de infartos.
  • Azúcar en sangre: mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a prevenir la diabetes tipo 2.
  • Peso: combinado con una dieta saludable, el ejercicio ayuda a perder grasa y conservar músculo.
  • Huesos y músculos: fortalece el sistema musculoesquelético y previene la osteoporosis y caídas en personas mayores.
  • Cáncer: reduce el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
  • Bienestar mental: disminuye la ansiedad, la depresión y mejora el estado de ánimo y la autoestima.

No hace falta ser atleta

La clave está en la regularidad. Caminar rápido 30 minutos al día, cinco días a la semana, ya marca una gran diferencia. Incluso estar de pie o caminar durante más tiempo al día puede ser más beneficioso que hacer solo una hora de ejercicio intenso y luego pasar el resto del día sentado.

Una propuesta fácil de recordar es la “regla del 4”: caminar 4 veces al día durante 10-15 minutos y subir y bajar 4 pisos de escaleras. ¡Probalo!

¿Por dónde empezar?

No existe un tipo de ejercicio perfecto para todo el mundo. Lo importante es encontrar algo que disfrutes: caminar, bailar, nadar, andar en bici, hacer yoga o jardinería… Lo que sea, mientras te muevas y lo mantengas en el tiempo. Se recomienda:

  • 150 minutos por semana de actividad moderada (como caminar a paso ligero)
  • O 75 minutos por semana de actividad intensa (como correr o nadar rápido)

Conclusión

Moverse no es solo una recomendación médica: es una forma sencilla y efectiva de cuidar tu cuerpo, tu mente y tu futuro. No hace falta ser atleta, solo comprometerse con pequeños cambios sostenibles. Caminar, subir escaleras o simplemente reducir el tiempo que pasamos sentados puede marcar una diferencia enorme.

Invertir tiempo en moverse es invertir en salud, bienestar y calidad de vida. Cuanto antes empieces, mayores serán los beneficios.

Porque al final, no se trata solo de vivir más, sino de vivir mejor. Y eso empieza dando un paso.

Fuente: Elsevier - Endocrinología y Nutrición

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